CdH-1: ¿Cuál es tu único consuelo tanto en la vida como en la muerte?

Esta es la primera de las 129 preguntas del CdH (Catecismo de Heidelberg). Y no en vano es la primera. Afirma cuál es el sostén, la mayor motivación, el catalizador de la vida para los hijos de Dios. Este es el punto de partida de una verdadera cosmovisión cristiana. La forma de ver la vida de acuerdo a la Biblia.

¿Cuál es tu mayor consuelo en la vida? ¿Acaso son tus hijos; tu trabajo; tu buen nombre; tu potencial; un ser amado? ¿Qué pasa cuando estas cosas se van, porque sencillamente no son eternas? ¿Que pasaría si perdieras eso que te da seguridad? Exacto: tu vida se derrumbaría, al menos hasta que halles un sustituto para lo que perdiste.

Pero el creyente, el verdadero, tiene un consuelo más allá de todas estas cosas, y más allá de la vida misma. Algo que da seguridad y confianza plena y verdadera aún en la muerte.

He aquí la respuesta a tan importante pregunta:

Que yo, con cuerpo y alma, tanto en la vida como en la muerte (a), no me pertenezco a mí mismo (b), sino a mi fiel Salvador Jesucristo (c), que me libró del poder del diablo (d), satisfaciendo enteramente con su preciosa sangre por todos mis pecados (e), y me guarda de tal manera (f) que sin la voluntad de mi Padre celestial ni un solo cabello de mi cabeza puede caer (g) antes es necesario que todas las cosas sirvan para mi salvación (h). Por eso también me asegura, por su Espíritu Santo, la vida eterna (i) y me hace pronto y aparejado para vivir en adelante según su santa voluntad (j).

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