CdH-12: Si por el justo juicio de Dios merecemos penas temporales y eternas, ¿No hay alguna posibilidad de liberarnos de estas penas y reconciliarnos con Dios?

Dios quiere que se dé satisfacción a su justicia (a); por eso es necesario que la satisfagamos eternamente por nosotros mismos o por algún otro (b).

.

El pecado no puede quedar impune, y menos ante (un) Dios que afirma ser perfectamente santo y justo en sus juicios, de manera que sencillamente no puede pasar por alto las faltas cometidas por sus criaturas por mucho amor que les profese. De ese modo, al pecar se debe pagar la ofensa ante Dios en Su totalidad de manera que Su justicia quede satisfecha y la deuda saldada.

Deja un comentario